Mas técnicas de tallado en cristales.
El grabado o abrasión del cristal, como hemos comprobado en el ejercicio anterior no ofrece dificultad alguna, si utilizamos para ellos las puntas de diamante o sus sucedáneos que el mercado de la manualidad ofrece a escaso precio. Es, pues, conveniente, antes de decidirse a trabajar el cristal con esta técnica, proveerse de una colección de estas puntas -moletas- que nos permita la ejecución de todo tipo de trazos e intensidades. Cualquier cristal servirá a nuestros fines, y comenzaremos a trabajado una vez cortado a las dimensiones que convengan al motivo que reproducimos.
Hemos elegido para este ejercicio una escena que representa a unos conejos en el monte, entre las hierbas.
Tendremos ocasión así de adiestramos en el manejo de las maletas mientras estemos intentando reproducir sobre el cristal la textura del suave pelo de las pieles. Y, cuando acabemos la talla propiamente dicha, colorearemos la obra con pasta dorada, con lo que obtendremos una bonita pieza, llena de vida y colorido.
Materiales y útiles necesarios: maletas para grabar cristal, cristal cortado, motivo a reproducir, pasta de «oro» y un trozo de trapo.
El grabado o abrasión del cristal, como hemos comprobado en el ejercicio anterior no ofrece dificultad alguna, si utilizamos para ellos las puntas de diamante o sus sucedáneos que el mercado de la manualidad ofrece a escaso precio. Es, pues, conveniente, antes de decidirse a trabajar el cristal con esta técnica, proveerse de una colección de estas puntas -moletas- que nos permita la ejecución de todo tipo de trazos e intensidades. Cualquier cristal servirá a nuestros fines, y comenzaremos a trabajado una vez cortado a las dimensiones que convengan al motivo que reproducimos.
Hemos elegido para este ejercicio una escena que representa a unos conejos en el monte, entre las hierbas.
Tendremos ocasión así de adiestramos en el manejo de las maletas mientras estemos intentando reproducir sobre el cristal la textura del suave pelo de las pieles. Y, cuando acabemos la talla propiamente dicha, colorearemos la obra con pasta dorada, con lo que obtendremos una bonita pieza, llena de vida y colorido.
Materiales y útiles necesarios: maletas para grabar cristal, cristal cortado, motivo a reproducir, pasta de «oro» y un trozo de trapo.
1 Colocamos el cristal sobre el motivo a reproducir y pasamos el contorno de las figuras con una maleta fina.
2 Una vez trazadas las líneas fundamentales del dibujo, vamos reproduciendo, por zonas, los detalles.
3 Pasamos los tallos y hojas de la vegetación que envuelve a los conejos.
4 Retiramos ya el dibujo-patrón, y proseguimos la ejecución de los detalles, con más detenimiento.
5 Rayamos las zonas que por su configuración deban quedar más blancas.
6 Realizamos seguidamente, con todo detalle, la zona de los ojos.
7 Volvemos a colocar el cristal sobre el dibujo, y comprobamos que la copia se ajusta perfectamente.
8 Limpiamos bien toda la superficie del cristal grabado, con el trozo de trapo.
9 Aplicamos la pasta «de oro», y la extendemos con los dedos, procurando que penetre en los grabados.
10 Depositamos pasta «de oro» en las zonas intensamente grabadas.
11 Seguidamente con el trapo vamos eliminando el sobrante de la pasta, hasta que obtengamos el dorado deseado.
2 Una vez trazadas las líneas fundamentales del dibujo, vamos reproduciendo, por zonas, los detalles.
3 Pasamos los tallos y hojas de la vegetación que envuelve a los conejos.
4 Retiramos ya el dibujo-patrón, y proseguimos la ejecución de los detalles, con más detenimiento.5 Rayamos las zonas que por su configuración deban quedar más blancas.
6 Realizamos seguidamente, con todo detalle, la zona de los ojos.
7 Volvemos a colocar el cristal sobre el dibujo, y comprobamos que la copia se ajusta perfectamente.
8 Limpiamos bien toda la superficie del cristal grabado, con el trozo de trapo.9 Aplicamos la pasta «de oro», y la extendemos con los dedos, procurando que penetre en los grabados.
10 Depositamos pasta «de oro» en las zonas intensamente grabadas.
11 Seguidamente con el trapo vamos eliminando el sobrante de la pasta, hasta que obtengamos el dorado deseado.